Lo vulgar es el ronquido, lo inverosímil, el sueño. La humanidad ronca pero el artista está en la obligación de hacerla soñar o no es artista. Enrique Jardiel Poncela.
«No puedo evitar abandonarme a un sentimiento e inmediatamente después hacerle burla. Cuando me surge un pensamiento me nace a la vez su contrario.» Madame Bobarín
¿Caras decaídas?
¿Caras decaídas? Conviertan una cara decaída en una de caída.
No señores, los artistas no tiene síndrome postvacacional
Los artistas no tienen de eso porque nunca tienen vacaciones. Un artista nunca deja de trabajar. Cuando a un artista le viene una idea a la cabeza sino la plasma le sale una úlcera o dos. La cabeza del artista trabaja dos jornadas completas al día durante todo el año.
¿O caras decaídas?
Sobre estas líneas Madame Bobarín, la máxima disposición del ánimo humorístico aparece como un fenómeno de desdoblamiento en el acto mismo de la concepción. «El humorismo es un género de vida que consiste en conseguir divertirse incluso con aquello que nos entristece. El humor no está en los libros, en las viñetas o en las ilustraciones, el humor se encuentra en quién lo tiene.» (Clorata de Potasa)
Ser arista es muy duro por eso podemos dormir donde nos echen pero en vez de almohada los artistas duermen abrazaditos al ego y se cantan nanas a sí mismos a lo Whitman. Las ideas de un artista no valen una perra flaca porque son muy fáciles de copiar, lo importante es saber plasmarlas como nadie y sobre todo que nunca se le terminen a uno, es por ello que los artistas cultivan ideas junto a los puerros y esas cosas. Cuando a un artista le rechazan un trabajo no le importa nada porque sabe bien que ha sido debido a que su idea era demasiado buena, es consciente de que al intentar copiársela harán una versión putrefacta y comercial con la que se enriquecerán otros que no son tan libres y felices como él.
El auténtico artista muerto de hambre piensa: “Cuando me muera de otra cosa dirán que me adelanté a mi tiempo.” Pero eso es una patraña, porque el artista vive pobre y cuando muere se murió y ya está; puede pasar que se adelante a su tiempo a la hora de morirse porque algunos artistas consumimos esas cosas tan malas que te matan como el tabaco y los libros. Y eso no está tan mal porque el requisito para ser un gran artista es morirse un poco y luego del todo, lo que pasa es que nos da un poco de pereza porque somos muy vagos para esas cosas.
El verdadero artista no busca la fama ni el dinero, hace lo que hace porque cree en ello, cuando está inspirado se emociona mucho y pega saltitos de alegría. El arte ilumina el mundo y hace más llevadera esta broma que es la vida por eso los artistas son santos condenados. Sí señores, los artistas pasamos hambre pero no sé preocupen porque eso nos gusta mucho y nos inspira en el proceso de creación. Lo que no nos gusta es pintar bodegones de comida porque nos abre el apetito de la misma manera que las naturalezas muertas nos dan mucha pena y nos provocan elegías múltiples.
Tener un amigo artista es muy Chic y muy Cheap
Bien, el artista no come, eso ya lo sabían pero lo que no sabían ustedes es que tampoco necesita comprarse ropa, con una servilleta se hace una pajarita y listo.
Que los artistas beben en exceso es un mito, lo que pasa es que comen poco y les sube mucho –algo que es de agradecer- gracias. Y es que el artista acumula mucha tensión porque vive expuesto a la crítica. Si en leer un libro usted tarda tres tardes el escritor ha dedicado más de un año en escribirlo, eso bien merece un barril de cerveza. A los amigos de los artistas les gusta mucho su obra y por eso esperan ansiosos a que les regalen una pieza. Los artistas se pasan la vida pintando para cubrir los regalos de boda aunque para cuando terminan el cuadro ya se hayan separado los novios, entonces el artista llega con su cuadro y se lo incrustan en la cabeza. Luego vienen la segunda ronda de casorios y así sucesivamente hasta que se mueren para ser famosos.
– Me debes un cuadro por mi boda.
– Ya, si es que todavía estoy pintando el de tus padres.
En definitiva el artista es un animal que vive del aire.
Cuando nace un artista lo primero que hacen sus padres es llevarse las manos a la cabeza para asegurarse de que siguen teniéndola ahí; luego sacan el retoño al balcón para que se inspire, el niño coge aire, mira al cielo y hace poemas a las golondrinas, o en caso de que los geranios estén secos y le pinchen su rosada piel, escribirá a las flores del mal.
El artista como hace lo que le gusta cuando las cosas le van mal los demás dicen que tiene lo que se merece. Si un artista se queda mudo no pasa nada porque sabe expresarse y además se lo merecía.
Merecido o no un artista nunca escribe o pinta lo que vende, aunque si hay suerte vende lo que escribe o pinta. Compañeros, baste si detrás del bullicio podéis escuchar el latir del arte.
Un artículo documentadísimo de Clorata de Potasa
«Trementinas historias de un pintor»
«Escultura, no te asustes»
«Dale al coco, es una fruta muy sana»
«Lo que dice Bobarín va a risa y otras fábulas»
«Fortasec y otros poemas sueltos»
Bibliografía:
«Trementinas historias de un pintor»
«Escultura, no te asustes»
«Dale al coco, es una fruta muy sana»
«Lo que dice Bobarín va a risa y otras fábulas»
«Fortasec y otros poemas sueltos»