Mi paraíso

Contando ya los días para volver, este post se lo dedico a mis amigas #Berriadictas

Durante once meses disfrutamos en la distancia de nuestro pequeño gran paraíso.

Nos enviamos fotografías si alguna tiene la suerte de volver en ese tiempo.

 

Pero ya falta menos para reencontrarnos en el lugar donde desde pequeñas hemos jugado, disfrutado, paseado. Los castillos de arena, la arena más fina y dorada de nuestros recuerdos, están grabados en nuestra memoria como si allí siguieran, como si las bravas olas del Cantábrico nunca hubieran podido con ellas. Y realmente nunca pudieron.

Berria

Es nuestro rincón, nuestro descanso, nuestro aroma el resto del año.

Antes de marchar impregnamos nuestras retinas de verde, de azul, de oro, como si fuera la primera vez e incluso la última. Lo retemos para que perdure los siguientes once meses, hasta el regreso. Inhalamos el aire como si nunca más pudiéramos volver a respirar, y cuántas veces durante el resto del año, cerramos los ojos y olemos nuestro paraíso.

 

Ya falta menos para volver al TitiCaca, al hostal, a retomar los paseos por la playa, nuestra playa. Esa hermosa playa de Berria que nos ha visto crecer y a la que siempre soñamos con volver. El Buciero nos espera para regalarnos un paisaje mágico que tan bien sabemos apreciar. La laurisilva estará este año preciosa, ha llovido mucho. Dicen que seguirá lloviendo, incluso que no habrá verano. No nos importa, disfrutaremos como antaño. Cogeremos caracoles para hacer carreras, iremos con pantalón largo a la playa y haremos hambre para disfrutar de Casa César, de Berto, del mercado de Abastos, de tantos otros lugares que la tierruca nos ofrece. Cantabria infinita, ¡ya llegamos!

Berria

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